¿Hay algo más lindo que disfrutar de un rico café en la terraza de un bar a la mañana? Me encanta el café y siento que mi día no comienza hasta que haya tomado mi bendito café. Y… te cuento que lamentablemente París no es el mejor lugar para disfrutar de un buen café (lo contrario a Italia que a donde vayas es exquisito).
Aunque los franceses tomen mucho no son muy exigentes con el tema así que en general te encontrás con cafés aguados, o muy fuertes, o quemados. Salvo que tengas suerte y justo caigas en un bar donde hagan un buen. Por eso, y porque desde que me vine a vivir a París me dediqué a buscar los mejores cafés de la ciudad, te comparto mi lista de mis lugares preferidos. Seleccione en diferentes barriosii para que dependiendo de donde estés puedas probarlos.
La caféothèque
Este lugar me resulta realmente mágico, además de que su ubicación es inigualable en Le marais justo frente al Sena, si nos sentamos en la terraza podemos observar Notre Dame. Su interior es también único con pequeñas salas donde la gente se reúne con amigos a disfrutar. Podés elegir diferentes variedades de café y su preparación con distintos métodos, a los fanáticos del café les encanta eso! Mi preferido: el cappuccino estilo Brooklyn,NY.
52 Rue de l’hôtel de Ville
Café Kitsuné

Kitsuné comenzó como una marca de indumentaria de inspiraciones japonesas y con el tiempo a partir de su éxito creó su café que ya se convirtió en un clásico de París. Tiene diferentes locales pero mi preferido se encuentra en los jardines del Palais Royal. Si tenés ganas de probar otra cosa te recomiendo que pidás el matcha latte, una bebida en base a té verde que está muy de moda en este momento, es muy rica y sana. El lugar es chiquito y tiene mesas en él jardín. A mi encanta pedirlo para llevar y tomarlo en la fuente que está al lado del café. Es uno de mis planes preferidos en París!
PAL Royal, 51 GAL de Montpensier, 75001
Spree Café Galerie
Este lugar es una genialidad en pleno corazón de Montmartre. Antiguamente funcionaba como galería de arte y en este momento conjuga sus exquisitos cafés con increíbles obras de arte contemporáneo. Si te sentás en la vereda tenés una vista única de las callecitas de Montmartre. Su propietario, León, se encarga de preparar un café exquisito, y hacerte sentir como en casa. Un verdadero plus: su vajilla de diseño, toda la onda. ¡Imperdible!
11 Rue la Vieuville, 75018 Paris
Tabac

A 100 metros de la estación de Abbesses podés encontrar este café que pasa desapercibido porque tiene la apariencia de un kiosko. La atención es increíble y los cafés riquísimos. Hay muchos habitués y los precios son normales, no para turistas
1B Rue Ravignan, 75018
Lomi
Si querés descubrir una parte menos tradicional del distrito 18 (muy cerca de Montmartre) te recomiendo este lugar. Son expertos en café y tienen su propia marca que distribuyen en varios cafés parisinos, y hasta funciona una escuela de baristas. Su ambiente minimalista tiene mucha onda y el café es increíble sobre todo si te gustan los capuccinos y los latte ( su latte fue ganador como el mejor de París en varias oportunidades).
Kott Cafe

En el corazón de Parmentier barrio 11 ( uno de mis preferidos porque es cero turístico y tiene barcitos y restaurantes increíbles que tenès que descubrir si o si) encontrás este cafecito digno de una peli. Está ubicado en un pasajito super tranqui lleno de restos y bares. El lugar es chiquito pero tiene toda la onda. Sus dueños, una coreana y un francés son super agradables y hacen lo posible porque disfrutes al máximo la experiencia. Un dato: el cappuccino lo sirven con dos shots, primera vez que voy a un café y el cappuccino no incluye uno solo. Si te gustan las cosas dulces podés disfrutar helados y especialidades coreanas. Me encantó!
19 Rue Ternaux, 75011 Paris
Café Oberkampf
Tambièn en el barrio 11 en una callecita un poco escondida encontràs este mini cafecito encantador con jugos naturales y tortas y un café riquísimo. Las chicas que atienden son muy simpáticas!
Me falta probar varios que tengo agendados que estuvieron cerrados debido a las restricciones. Estoy ansiosa por volver a disfrutar los cafés en las vereditas de París! 🙂